El poder de la constancia para una salud óptima del pie
por la Dra. Emily Splichal, DPM MS
Uno de mis mayores consejos para mis pacientes es que los hábitos diarios constantes son los que tienen el mayor impacto en la salud y el bienestar general.
Ya sea cepillarse los dientes por la mañana o relajar los pies diariamente, hacer algo positivo para el cuerpo de manera constante creará con el tiempo un gran efecto acumulativo.
Para comprender mejor el poder de la coherencia, es importante comprender que el envejecimiento, las enfermedades y la mayoría de las lesiones son de naturaleza lenta y progresiva. Es el estrés diario que ponemos en el cuerpo lo que se acumula lentamente y eventualmente causa una falla en el sistema.
Tomemos, por ejemplo, la fascitis plantar o la fasciosis. Esta lesión de los tejidos blandos se produce después de la sobrecarga repetida del tejido y, a menudo, es el resultado de horas de pie y kilómetros con los zapatos.
Para prevenir o controlar eficazmente el dolor en el talón y el estrés en la fascia plantar, debemos pensar en hábitos diarios constantes que debemos realizar como parte de nuestro estilo de vida. A continuación se muestran algunos que recomiendo a muchos de mis pacientes.
Hábito n.° 1: liberación diaria de los pies
Hacer rodar los pies sobre una pelota de golf o Neuro Ball es una manera fácil de liberar y revertir el estrés diario que ponemos en los músculos de los pies sobrecargados. Hacer sólo 5 minutos, dos veces al día, al cepillarse los dientes puede ser una forma potente y eficaz de reducir la tensión en la fascia plantar y otros tendones del pie.
Hábito #2 – Activación diaria de los pies
Nuestros pies tienen 17 pequeños músculos en la planta del pie, los cuales desempeñan un papel importante en el soporte del pie y la absorción de las fuerzas del impacto. Dependiendo del tipo de pie y del tipo de calzado que se use, estos músculos intrínsecos pueden estar débiles y requerir una activación diaria del pie.
Para despertar los músculos del pie, párese descalzo sobre una pierna durante 30 segundos. Para activar aún más el pie, intente empujar los dedos hacia el suelo. Si puedes realiza esto 2 veces por lado.
Hábito n.° 3: estimulación sensorial diaria
La planta de nuestros pies contiene miles de nervios, todos los cuales necesitan ser estimulados y desafiados para permanecer sensibles. Caminar descalzo por casa o sobre una estera Naboso es una excelente manera de obtener al menos 30 minutos de estimulación sensorial al día.
Una ventaja adicional: si el clima lo permite, intente realizar la estimulación descalzo al aire libre para obtener el beneficio adicional de la conexión a tierra.
Hábito #4 – Hidratación diaria de los pies
Ninguna otra parte del cuerpo está sometida a tanta carga o estrés como los pies. Todo este estrés acumulado puede causar estragos en la piel de nuestros pies. Desde callos y durezas hasta pie de atleta y fisuras, la piel de nuestros pies también merece cariño diario.
El uso diario de un producto a base de urea no sólo puede hidratar los pies sino también reducir el engrosamiento de la piel, ya que es un exfoliante suave. Además de la hidratación diaria de los pies, también es beneficioso realizar un desbridamiento mecánico semanal con piedra pómez o lima para pies.
Hábito #5 – Suplementos diarios para los pies
Los suplementos diarios son una excelente manera de satisfacer las necesidades nutricionales y proteicas del cuerpo cuando no pueden satisfacerse únicamente con la dieta. Además, a medida que envejecemos, la producción natural de ciertas enzimas en nuestro cuerpo disminuye, por lo que la suplementación con productos como StepStrong es importante para mantener un cierto nivel de salud.
Como ocurre con todos los suplementos, la consistencia es muy importante. Su efecto en el organismo es lento, acumulativo y muchas veces basado en otros hábitos saludables. A menudo aconsejo a mis pacientes que tomen suplementos de forma constante durante 3 meses antes de evaluar su eficacia.
Como recordatorio final de los hábitos saludables para los pies mencionados anteriormente. Recuerde que eso es exactamente lo que son: hábitos. Se necesitan al menos 60 días o poco más de 2 meses para crear un hábito. Así que tenga paciencia, sea amable consigo mismo y, lo más importante, ¡sea coherente!
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