Tuve fascitis plantar toda mi vida. Era un dolor sordo y constante en mi pie derecho. Nunca supe qué lo causó ni por qué empezó.

Fui a fisioterapeutas que a veces me ayudaron, pero nunca por más de un par de días. Compré varias formas de aparatos ortopédicos de venta libre: dispositivos médicos dentro de mis zapatos para aliviar el dolor, que no funcionaron, así que probé aparatos ortopédicos personalizados hechos específicamente para mis pies. Me encantan los zapatos, especialmente los tacones. Terminé usando zapatillas de deporte para mi propio compromiso de boda. El dolor en el pie cambió mi forma de caminar y vestirme.

Después de años, ya he tenido suficiente. Decidí tomar este asunto en mis propias manos. Trabajé con un formulador, a quien se le ocurrió una fórmula experta que era completamente natural. No pasó mucho tiempo antes de que dejara de sentir el dolor constante. Aprendí a amar la sensación de las zapatillas de deporte, ¡pero al final no tuve que renunciar a todos mis zapatos viejos!